Invierno muy frio, con dos días que bajaron de -9ºc. El verano fue muy cálido, especialmente junio y julio, con tres olas de calor que marcaron la añada con récords históricos de temperatura máxima. La primavera templada libre de heladas. Invierno seco, primavera con suficientes lluvias para la vid, y verano muy seco. Fue un año climatológicamente perfecto, para la vid en la Ribera del Duero. La vendimia, temprana, comenzó el 28 de septiembre con el Malbec y finaliza el 23 de octubre con el Cabernet Sauvignon.
David Martín –
Un gran Ribera del Duero, en nariz compota de fruta, coco y cuero. En boca sorprendente, redondo, con acidez, dulzura, amargor persistente, y un retrogusto franco. Muy bueno. Sabor insuperable.