Entre los diversos viñedos de tempranillo, hay dos pequeñas parcelas que por sus características superiores merecen ser elaboradas de manera singular. Se trabajan con rendimientos muy bajos y se elaboran con especial paciencia y dedicación. Son ediciones limitadas de vinos pensados para disfrutar y recordar.
Pedrosa de Duero (Burgos). Parcela seleccionada de la Finca El Picón: 1,6 hectáreas de suelo franco arcilloso con gravas en superficie.
Elaboración como vino de finca desde 1998, solo añadas excepcionales.
Vendimia seleccionada en cajas de 15 Kg. La uva reposa en cámara de frío 24 horas antes de su procesado.
Con el fin de extraer la máxima expresión se fermenta en tina de madera de roble francés con un estricto control de la temperatura. Para arrancar la fermentación, se hace un pie de cuba con levaduras seleccionadas en la propia parcela. A los 40 días se descuba para sangrado.
La fermentación maloláctica se realiza a 22ºC durante 32 días, sin adicción de bacterias, en barricas de roble francés.
Durante 22 meses reposa en barricas de roble francés con 60 meses de secado, de grano seleccionado, realizando cuatro trasiegos. Redondea su sabor durante un mínimo de 40 meses en botella, sin filtrar ni clarificar.
Color cereza picota. Se detectan aromas balsámicos, moras con toques especiados como la canela, el cuero y regaliz negro. Amplia gama de sensaciones que aportan complejidad. La entrada en boca es intensa, con taninos dulces con una redondez exquisita.
La historia familiar tiene su origen en Pedrosa de Duero, en Burgos. En este pequeño pueblo burgalés Doroteo Rodero disponía de un pequeño viñedo de la variedad autóctona tempranillo que cuidaba junto con su hijo Paco. El viñedo familiar había pertenecido a los capellanes del pueblo en el S. XIV, como recompensa a cambio de misas y oraciones y supuso el origen de esta aventura. El matrimonio formado por Paco Rodero y Conchita Villa recuperó este y otros viñedos de la zona, para proveer de uva a las primeras bodegas de la Ribera del Duero.
Años más tarde y tras una larga trayectoria en la viticultura, decidieron crear la bodega Pago de los Capellanes para elaborar el fruto de las viñas por primera vez en 1996. Desde entonces perseguimos expresar nuestro paisaje a través de vinos artesanales, complejos y de larga vida por delante, pensados para disfrutar.
Nos basamos en el respeto a la tierra y en la tradición cuidando nuestras tierras a través de micro parcelación según la composición de los suelos y sus características, y fruto de este estudio, practicamos una viticultura de precisión para responder a la diversidad de los suelos, climas y condiciones.
La voluntad de superación y pasión por lo auténtico de la familia Rodero Villa han sido el motor de una nueva andadura. Tras años labrándonos una reputada trayectoria con la alta calidad como constante, nos rondaba en la mente la creación de un vino blanco que fuera fiel a nuestra filosofía; buscamos lo único y especial, vinos complejos e intensos con larga trayectoria.
Para ello, hemos apostado por la Denominación de Origen Valdeorras en Galicia, creando la bodega O Luar do Sil en el pueblo de Seadur, en Ourense, en la que elaboramos nuestros vinos blancos con la variedad autóctona Godello, que es el tesoro de esta tradicional zona.