Variedad: 100% Tinta de Toro.
Denominación de Origen: Toro.
Graduación: 15º.
Producción: 5.000 botellas de 75 cl.
Fecha embotellado: Julio 2016.
El “Terroir”: Un llano de cascajo arenoso con arcilla calcárea, situado a 720m de altitud. La viña de pie franco tiene entre 40 y 80 años y está plantada en vaso. La zona es de clima continental con temperaturas extremas, gran amplitud térmica y una pluviometría de unos 400mm al año.
La Añada: Año más fresco y lluvioso que de costumbre que otorga al vino Alonso del Yerro PAYDOS un sorprendente carácter continental. Esa potencia tan normal en los vinos de Toro se transforma en un equilibrio donde la acidez prolonga el final en boca.
La Vendimia: Se vendimió el 22 de septiembre, tras realizar catas meticulosas de la uva. Vendimia manual en cajas con una selección rigurosa, tanto en el viñedo como en la bodega.
La Vinificación: Un total de 24 días de maceración en depósitos de 50Hl. Extracción mediante remontados y bazuqueos, respetando la materia prima. Fermentación maloláctica en barricas de roble francés. Crianza sobre lías finas durante 13 meses.
En la Finca Miguel (Morales de Toro, Zamora), disponemos de 8,80 hectáreas de viñedo, con cepas de la variedad tinta de Toro plantadas entre 1930 y 1988.
El viñedo se encuentra a una altitud media de 700 metros sobre el nivel del mar, con un marco de plantación de 750 cepas por hectáreas. Todo el viñedo está plantado en vaso y tiene un rendimiento de 1,5 kilogramo por cepa.
En todas las fincas de Viñedos Alonso del Yerro, las labores agrícolas son realizadas a mano, exclusivamente por nuestro personal. En los viñedos prescindimos de productos de síntesis; el único aporte es un compost elaborado por nosotros mismos.
La filosofía de trabajo se basa en una concepción de la agricultura que considera globalmente el entorno de la planta: suelo, microclima y ecosistema. De este modo, respetamos la cadena esencial de los factores que determinan la expresión del terroir.
Nuestros vinos son diferentes justamente por eso: porque están elaborados siguiendo un meticuloso proceso orientado a preservar la personalidad del terroir. Y esto no sólo se consigue protegiendo el entorno de la planta, sino también observando la calidad que ofrecen cada año los distintos suelos, realizando vinificaciones respetuosas y combinando los vinos procedentes de las distintas parcelas para alcanzar el equilibrio antes de que se inicie el proceso de la crianza en barricas.
Según la Guía Hachette de los Vinos de Francia, el terroir es “un ecosistema que resulta de la asociación, en un lugar dado, de un tipo de tierra, una topografía, un suelo, un clima, una planta y las personas que allí trabajan”.
El concepto es antiguo y está ligado a algunos de los grandes vinos del mundo, como los de Borgoña. Allí, los suelos comenzaron a ser explotados, estudiados y mimados por los monjes cistercienses antes de que se cumpliera el primer milenio de la era cristiana. Como estos religiosos tenían derecho a un tercio de litro de vino al día, se abocaron con paciencia a procurar las mejores condiciones para el desarrollo de sus vides, registrando minuciosamente el seguimiento de parcelas (como demuestran documentos fechados en el año 965).
El científico francés René Morlat, experto en la materia, define al terroir vinícola como “la superficie más pequeña del viñedo utilizable en la práctica y en la cual la respuesta de la vid es reproducible a través del vino”. Otro experto francés, Emmanuel Vaudour, que ha presentado una tesis sobre el terroir, añade a las condiciones de clima y suelo “un nivel de la organización del espacio y una duración determinada, dentro de un territorio marcado por una vivencia social y de la selección de opciones culturales”.
En la Finca de Santa Marta (Roa, Burgos) disponemos de 26 hectáreas de viñedo, con cepas de la variedad tempranillo plantadas en 1989.
El viñedo se encuentra a una altitud de entre 800 y 840 m., con un marco de plantación de 2.850 cepas por hectárea. Todo el viñedo está conducido en espaldera y tiene un rendimiento de 30 hectolitros por hectárea.